1. Todos los hombres tienen por
naturaleza el deseo de saber. Con estas palabras se inicia el libro primero de
la Metafísica de Aristóteles. Ese deseo de saber culmina en la adquisición de la
sabiduría que consiste, para Aristóteles, en el conocimiento de las causas y los
principios del ser. Y ese conocimiento es el objeto de la
metafísica, de la ciencia de las primeras causas y principios del ser, el
conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento de la causa
última de la naturaleza y de la realidad.
2. La metafísica aristotélica se
elabora en buena medida como reacción a la teoría de las Ideas
de Platón. No parece que Aristóteles haya manifestado ninguna oposición crítica
a la teoría de las Ideas durante su permanencia en la Academia. Todo indica,
por el contrario, que las primeras críticas a la teoría de las Ideas se
elaboran luego de su abandono de la Academia, cuando Aristóteles comienza a
perfilar su propia filosofía. Hay que recordar, sin embargo, que ya Platón
había criticado la teoría de las Ideas en el Parménides, y que probablemente la
teoría de las Ideas había sido objeto de numerosas controversias en la
Academia. No tiene sentido, pues, buscar en la crítica aristotélica a la teoría
de las Ideas ningún tipo de razón personal que pudiera haber enfrentado a
Aristóteles con Platón, sino, como el mismo Aristóteles nos dice en la
"Metafísica", la simple búsqueda de la verdad.
3. Aristóteles estará de acuerdo con
Platón en que hay un elemento común entre todos los objetos de la misma clase, el
universal, la Idea, que es la causa de que apliquemos la misma
denominación a todos los objetos del mismo género; admitirá, por lo tanto, que
ese universal es real, pero no que tenga existencia independiente de las cosas,
es decir, que sea subsistente. La teoría de las Ideas, por lo demás, al dotar
de realidad subsistente al universal, a la Idea, duplica sin motivo el mundo de
las cosas visibles, estableciendo un mundo paralelo que necesitaría a su vez de
explicación.
4. La teoría de las ideas, tampoco
es capaz de explicar el movimiento de las cosas,
que era uno de los motivos de su formulación; (recuérdese que, al igual que los
pluralistas intentaban con su propuesta explicar la permanencia y el cambio, la
teoría de las Ideas se propone con la misma finalidad); ahora bien, esta teoría
no ofrece ningún elemento para explicar el movimiento, el cambio, ya que siendo
las Ideas inmóviles e inmutables, si las cosas son una imitación de las ideas
habrían de ser también inmóviles e inmutables; pero si cambian ¿de dónde
procede ese cambio?.
5. Aristóteles considera que la
teoría de las Ideas es imposible, ya que establece una separación entre el mundo
visible y el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y
aquello por lo que una sustancia es, su forma o esencia. Las Ideas, en efecto,
representan la esencia de las cosas, es decir, aquello por lo que las cosas son
lo que son. ¿Cómo es posible que aquello por lo que algo es lo que es no resida
en el objeto, sino fuera de él? ¿Cómo es posible que aquello que hace que el
hombre sea hombre, su esencia, la Idea de hombre, no resida en el hombre, sino
que exista independientemente de él? Las formulaciones de Platón para tratar de
explicar la relación entre las Ideas y las cosas, las teorías de
la participación y la imitación, por lo demás, lejos de explicar dicha relación
no son más que metáforas.
ACTIVIDAD
SURGERIDA
Con los 5
párrafos anteriormente enumerados, sobre la metafísica de Aristóteles,
construir para cada párrafo dos preguntas ICFES TIPO I. Redactar todo a mano en el cuaderno, y no
utilizar medios magnéticos, ni tampoco utilizar redes sociales.
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