TALLER JULIO 18 DE 2015
PROFESOR ARCESIO QUINTERO
CATEQUESIS BÁSICA SOBRE LA SAGRADA EUCARISTÍA
RECOMENDACIONES SOBRE CÓMO
DESARROLLAR EL PRESENTE TALLER.
Utilizando cada uno de los
siguientes 15 párrafos enumerados, construir con cada uno de ellos una pregunta
que contenga la idea central de cada párrafo, y desarrollarla bajo el formato
ICFES TIPO I, siguiendo el protocolo: texto previo o conocimientos propios,
pregunta correctamente escrita, cuatro opciones de respuestas redactadas en
forma larga y diseñar la respectiva tabla de respuestas. Elaborar el taller a mano en el cuaderno de
Religión, y no en computador, ni a través de las redes sociales. Presentar el taller debidamente terminado al
docente titular de Religión.
1.
Jesús quiso dejar a la Iglesia un sacramento que perpetuase el
sacrificio de su muerte en la cruz. Por esto, antes de comenzar su pasión,
reunido con sus apóstoles en la última cena, instituyó el sacramento de la
Eucaristía, convirtiendo pan y vino en su mismo cuerpo vivo, y se lo dio a
comer; hizo participes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó que
hicieran lo mismo en memoria suya. Así
la Santa Misa es la renovación del sacrificio reconciliador del Señor Jesús.
Además de ser una obligación grave asistir a la Santa Misa los domingos y
feriados religiosos de precepto -a menos que se esté impedido por una causa
grave-, es también un acto de amor que debe brotar naturalmente de cada
cristiano, como respuesta agradecida ante el inmenso don que significa que Dios
se haga presente en la Eucaristía.
2.
Es el sacramento del cuerpo y la sangre de Jesucristo bajo las
especies de pan y vino. Por medio de la consagración, el sacerdote convierte realmente en su cuerpo y sangre el pan y vino
ofrecido en el altar.
3.
Es la renovación sacramental del sacrificio de la cruz.
4.
Si, la Santa Misa es el mismo sacrificio de la Cruz, pero sin
derramamiento de sangre, pues ahora Jesucristo se encuentra en estado glorioso.
5.
Solamente los sacerdotes pueden celebrar la Santa Misa, pues solo
ellos pueden actuar personificando a Cristo, cabeza de la Iglesia.
6.
Los fines por los que se ofrece la Santa Misa son cuatro: adorar a
Dios, agradecerles sus beneficios con pedirle dones y gracias, y satisfacer por
nuestros pecados.
7.
La Eucaristía es también banquete sagrado, en el que recibimos a
Jesucristo como alimento de nuestras almas.
La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía; de
manera que, al comulgar, entra en nosotros mismos Jesucristo vivo, verdadero
Dios y verdadero hombre, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad. La Eucaristía es la fuente y cumbre de la
vida de la iglesia, y también lo es de nuestra vida en Dios. La Iglesia manda
comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia; recomienda vivamente la
comunión frecuente y, si es posible, siempre que se asista a la Santa Misa,
para que la participación en al sacrificio de Jesús sea completa. Es muy importante recibir la Primera Comunión
cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.
8.
La Sagrada Comunión es recibir al mismo Jesucristo presente en la
Eucaristía.
9.
Jesucristo está en la Eucaristía verdadera, real y sustancialmente
presente, todo entero, vivo y glorioso, con su cuerpo, sangre, alma y
divinidad, bajo cada una de especies y bajo cualquier parte de ellas.
10.
No, la Hostia consagrada no es una "cosa", aunque lo
parezca; es una Persona Divina, es Jesús vivo y verdadero.
11.
Puede comulgar el que está gracia de Dios, guarda el ayuno
eucarístico y sabe a quién va a recibir.
12.
Consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al
menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y de
las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan
tomado algo en la hora inmediatamente anterior.
13.
Se debe recibir cuando se comienza a tener uso de razón, lo cual
se supone a partir de los siete años; habiendo recibido previamente la
preparación oportuna y el sacramento de la penitencia.
14.
El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado
sacrilegio.
15.
El que desea comulgar y se encuentra en pecado mortal no puede
recibir la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia,
pues para comulgar no basta el acto de contrición.
FIN DE TALLER...
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